El origen de esta Parroquia se remonta a las
gestiones iniciadas por los vecinos a finales de la década de 1940. Por aquel
tiempo, se comenzaron a ofrecer servicios religiosos los días domingos, cuando
alguien convencía a algún sacerdote para que se hiciera presente y que
prosiguiera con la catequización del vecindario de la Colonia Mariscal. Los
oficios se realizaban en una pequeña cabaña improvisada, situada en las
instalaciones de lo que hoy es el Club Mariscal en la Diagonal 20 7-63, zona
11, siendo la imagen de veneración Santa Teresita, donada por uno de los
vecinos, por lo que recibió, por unanimidad, el nombre de Casa de Oración Santa
Teresita. Después, según relataba Monseñor Hernández, unos vecinos donaron
cuatro imágenes más: el Santo Cristo de Esquipulas, San Juan, la Virgen de
Dolores y la de María Magdalena, aumentando de esta forma la imaginería, así
como los fieles, resultando pequeño el salón donde veneraban a la Santa
patrona.
Sin embargo, con el correr del tiempo, se comenzó a
observar que la imagen del Santo Cristo de Esquipulas acaparaba más la atención
de los fieles, siendo entonces cuando los habitantes de la Colonia Mariscal
determinaron organizarse con el fin de buscar un sitio en donde se podría construir
un templo. De esa cuenta, la mayoría se pusieron de acuerdo y buscaron la
colaboración del periodista mexicano Rodulfo Figueroa Guillén, a quien
eligieron como director del grupo, aprovechando su magnífica relación con
personas importantes, pues laboraba en el diario El Imparcial, y era reconocido
como un ferviente católico, consiguiendo después que el empresario Dorión
donara una manzana de terreno situada en la 20 calle y once avenida de la zona
11.
Después de esto, a través de la organización de kermeses,
ferias, rifas y otras actividades, se logró recaudar bastante dinero. Al juntar
lo suficiente, se hizo una construcción a un lado del terreno donde construían
el nuevo templo. La obra de construcción estuvo a cargo del ingeniero Óscar
Martínez Dighero, quien laboraba en la Dirección General de Obras Públicas en
aquel entonces.
El 30 de octubre de 1966, día de Cristo Rey, fue
elevada a la categoría de parroquia, juntamente con otras 32 entidades
eclesiásticas, debido a que la capital se había extendido y se hacía difícil
llegar a su parroquia, por eso, de acuerdo con los canones 1427 y 1427 del
código de derecho canónico, se hizo la desmembración de las parroquias
titulares que habían. Esto se dio en el marco de una ceremonia de consagración
del altar mayor de la Catedral Metropolitana, oficiada por el Arzobispo Mario
Casariego y los Monseñores Víctor M. Tello, Juan Gerardo, José Girón Perrone y
los presbíteros Francisco Santiago y J. Ramiro Pellecer. (Prensa Libre, 31 de
octubre de 1966).
Con el terremoto de 1976, el templo sufrió daños
que el gobierno de Kjell Eugenio Laugerud ordenó reparar, y se aprovechó el
momento para ampliar la construcción. Actualmente, se está construyendo un salón
parroquial anexo y otras instalaciones que servirán para ofrecer una mejor
evangelización en este sector.
También cabe resaltar que, en 1963, se nombró
capellán del nuevo templo al sacerdote Efraín Hernández, quien en 1967 fue
ordenado Monseñor y fungió como secretario del arzobispado con los obispos
Casariego y Penados del Barrio. El sacerdote de la Orden Diocesana a cargo de la
Parroquia, es el sacerdote Gustavo Montenegro.
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